Cobijo es un proyecto visual que busca dar cuenta de la relación simbólica entre dos cuerpos: uno humano y uno vegetal. Se trata más específicamente de una transmutación gradual entre la piel humana y la flor del lilium, una fusión que da cuenta de similitudes que tienen respecto a su sensibilidad y fragilidad.
De esta forma, el envolver del lilium da cuenta del ensimismamiento que nos lleva a los seres humanos a buscar un lugar de protección y arrullo para aquella piel que contiene nuestro ser, transformándose así el interior de esta flor en un espacio seguro de protección y conexión que le otorga a este cuerpo delicado el abrazo de dos seres vinculados.
Para la realización de esta obra gráfica se hace uso del lenguaje del dibujo, generando una serie conformada por seis piezas en total.